Los años 20, una de las épocas más rica del boxeo istmeño

Por Nicolás Espinosa Serrano 

 

Panamá Al Brown fue importante en la promoción del boxeo panameño. 


Una de las épocas más ricas del boxeo panameño fue la década del 20 en el siglo pasado, cuando se comenzó a erigir las bases para lo que después se conocería en el mundo, como el clásico boxeo panameño. 

En efecto, hace una centuria se dieron estos primeros pasos, aunque lo que más se conoce se circunscribe a la carrera del primer campeón mundial latinoamericano, el colonense Alfonso Teófilo ‘Panamá Al’ Brown. 

Es indudable que ‘Panamá Al’ Brown fue el estandarte del pugilismo istmeño, teniendo en cuenta que su accionar en Estados Unidos y Europa fue muy difundido por los medios internacionales y replicado en el país. 

Destacar el hecho de que, si bien el espigado púgil se coronó solo una vez oficialmente como monarca de los gallos, en su historial biográfico aparece designado en dos ocasiones más.  

No obstante, hubo muchos otros que comenzaron a demostrar su clase, si bien ‘Panamá Al’ Brown tuvo mucho que ver en el reconocimiento internacional de nuestro pugilismo. 

Algunos nombres se agolpan en mi memoria, aunque de ellos destacan José “Chato” Lombardo, el primer gran ídolo de Panamá, Eddie ‘King’ Salomón y Santiago Zorrilla, el primer istmeño en disputar un título del mundo. 

Los tres no solo tuvieron en común el hecho de que fueron campeones nacionales, sino que estuvieron a las puertas de un pleito por un título mundial y, como señalé, el tercero de ellos fue el primero en lograrlo. 

Así es, la clase y estilo del boxeo panameño tomó cuerpo a partir de los años 20, aunque la actividad pululaba desde los primeros años de nuestra República, principalmente en las ciudades de Panamá y Colón. 

Sólo recordar que los primeros vestigios de esta actividad se dan a partir de 1906, tres años después de la separación de Colombia. 

En realidad, los datos que poseemos son de ese año, aun cuando es posible que otros detalles hubieran sucedido un poco antes, solo que la prensa de la época estaba más atenta a otras actividades, como el béisbol y el criquet, y la política. 

Conozcamos algo de las hazañas y triunfos de las primeras estrellas del pugilismo istmeño y que pudieron ser campeones mundiales.  

 “Chato” Lombardo 

Lombardo nació en la ciudad de Panamá en 1901 y para el cronista Ricardo A. Pardo (Ripardo) fue “el motor que le dio impulso y animación al espectáculo. Se convirtió en el ídolo por la agilidad de sus piernas, por su recia pegada y por su estilo limpio y elegante”. 

El 9 de abril de 1922 se convierte en el primer púgil criollo en obtener un título nacional, al vencer por nocaut técnico al marinero estadounidense Max Perlow, en el Pan American Athletic Club de Santa Ana. 

En esa época, era común que los campeones surgieran entre los boxeadores estadounidense de las diversas bases en el país, y de los que llegaban del extranjero. 

Su exitosa carrera le permitió ser tomado en cuenta para una eliminatoria mundial en la división pluma en 1924, aunque pudo pelear un poco antes por un título y en Panamá, frente al campeón Johnny Dundee.     

Efectivamente, antes de que culminara 1923 se abrió la posibilidad de que disputara el cetro con Dundee, pero hubo que posponer la fecha de la pelea y con ello se esfumó la oportunidad, ya que después el campeón renunció al título. 

Lombardo tuvo un buen inicio en la serie eliminatoria en Estados Unidos, pero sus sueños quedaron truncados al perder por nocaut ante el ucraniano Louis “Kid” Kaplan, quien a la postre conquistó el cinturón.   

Salomón, el gigante

Otro grande de la época fue el colonense Emilio ‘Eddie King’ Salomón (Solomon), quien por su talento llegó a ser considerados retador de un título mundial. 

Salomón sí estuvo a las puertas de un título del mundo, aunque lamentablemente no llegó a disputarlo, cuando todo estaba previsto. 

Salomón inició sus avatares boxísticos en 1922 y se convirtió en toda una estrella, debido a que era el púgil con mayor peso entre los gladiadores locales, lo que lo llevó a pelear en Colombia y Perú. 

Los dos pleitos que catapultaron su carrera fueron ante el estadounidense Charles “Sailor” Grande, a quien venció en siete asaltos, y frente al barbadiense Jim Briggs, a quien le ganó el título pesado del Istmo. 

Sin embargo, su sueño era viajar a los Estados Unidos y obtener una oportunidad titular, algo que logró a finales de 1925 después de una serie de encuentros en tierras norteamericanas. 

Tuvo la oportunidad de enfrentar al monarca mundial semipesado del momento (175 lbs.), Paul Berlenbach, pero la refriega fue pactada a solo diez asaltos, debido a que el panameño no dio el peso de la categoría (191 libras). 

El panameño cayó derrotado en nueve asaltos al no resistir la potencia del monarca en el Polo Grounds, de New York, en ese entonces ‘La Meca’ del boxeo internacional. 

Salomón siguió boxeando por cinco años más, pero nunca más tuvo una oportunidad titular, aunque sí enfrentó a púgiles que fueron monarcas, como fue el caso de Mike McTique, o que luego ostentaron un cetro, como Jack Sharkey, Tommy Loughran y Jack Delaney. 

Zorrilla, la maravilla                                 

Santiago Zorrilla realizó sus primeros 26 pleitos en Panamá entre 1922 y 1925 antes de viajar a Estados Unidos, incluyendo dos por el título gallo del Istmo.  

Fue el tercer panameño en poseer el título gallo del Istmo y, al igual que Salomón, viajó al Norte para lograr obtener un cetro mundial o por lo menos la oportunidad, algo que tuvo en dos ocasiones ante Tod Morgan. 

Pero antes, enfrentó en dos oportunidades al titular gallo de la National Boxing Association (NBA), Charles “Bud” Taylor, en peleas en donde no estuvo en juego el título. 

La primera pelea se celebró el 29 de junio de 1928, pero unos meses antes (3 de marzo) los apoderados del panameño depositaron una fianza de 2.500 dólares en la Comibox de Nueva York, para pelear con el monarca mundial pluma Tony Canzonery, pero la refriega nunca se dio.  

En ese primer pleito, el panameño cayó por decisión en diez asaltos, pero un mes después le ganó a Taylor también por la vía de las tarjetas en la misma distancia. 

Esa última victoria fue la que abrió las puertas para el pleito titular ante Morgan, el 2 de diciembre de ese año en San Francisco, y el monarca retuvo el fajín al empatar a diez asaltos. 

La nota de prensa de la agencia AP, señaló que “Tod Morgan retuvo su título de campeón mundial de los juniors ligeros, al empatar la pelea que celebró con Santiago Zorrilla, la maravilla de Panamá”. 

“La famosa izquierda del campeón lo salvó de una segura derrota a manos del panameño, quien fue el agresor durante toda la pelea. Zorrilla le disparó lluvias de golpes suaves con la derecha y la izquierda que no pudieron derribar a Morgan”, destacó el boletín. 

Según la agencia de noticias United Press: “Morgan mantuvo el título al levantarle la mano el árbitro Toby Irwin, pero la multitud de cerca de 15.000 personas, pensaron que Zorrilla merecía tener la mano levantada, y abuchearon la decisión”. 

La revancha se registró cuatro meses después (4 de abril de 1929) en Los Ángeles, y Morgan salió avante luego de diez asaltos. 

Zorrilla nunca tuvo otra oportunidad titular, aunque volvió a enfrentar a Taylor, Morgan y a otros boxeadores, a quienes les ganó, empató o salió derrotados, resultados que no fueron suficientes para otro compromiso titular.

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