LA PELEA MÁS IMPORTANTE DEL ‘TIGRE’ COLONENSE, ISMAEL LAGUNA

POR NICOLÁS ESPINOSA SERRANO
(hablemosdeportes2.0@gmail.com) 

Ismael Laguna (Izq.) cuando apenas era un novato en el año de 1959.

¿Cuál fue la pelea más importante en tu carrera? Fue la pregunta a ‘boca de jarro’ que le hice una vez al ex doble campeón ligero, Ismael Laguna. 

Les confieso que pensé que nos diría que fue la primera que celebró frente al boricua Carlos Ortiz (abril de 1965), porque con ella se constituía en apenas el segundo púgil istmeño en conquistar un título mundial. 

El silencio del ídolo colonense del otro lado del hilo telefónico se me hizo un poco largo, así es que ‘para ayudarlo’ le mencioné su pleito con el nigeriano Rafiu King, que no solo significó un triunfo sobre un alto clasificado mundial, sino que lo había logrado en su primera incursión en tierras europeas. 

“Fue con Hitchman”, me dijo escuetamente. “Fue con el cubano Enrique Hitchman”, me repitió. 

“Ese encuentro me dio la oportunidad de clasificarme mundialmente, de darme a conocer. Definitivamente que fue con él, mi pelea más importante”, palabras más, palabras menos, escuché del ‘Tigre’ de Colón. 

Precisamente esta primera pelea entre ambos, cumplirá 60 años de haberse celebrado (27 de agosto de 1961), por lo que consideré apropiado sacarlo de mi baúl de los grandes recuerdos. 

Realmente que ese pleito tiene muchas aristas en la historia profesional de quien es considerado, uno de los más grandes púgiles panameños y de Latinoamérica. 

Debido a ello, consultamos a los veteranos periodistas colonenses Esteban Lan y Marcos ‘Ponchas’ Mendoza, sobre las circunstancias que la rodearon. 


UN BISOÑO DEL RING 

Ismael Laguna y su apoderado Isaac Kresh eran dos de los parroquianos presentes la noche del 23 de julio de 1961 en el Gimnasio Nacional, cuando la sensación del boxeo local, Héctor Hicks, enfrentaba por segunda ocasión a Hitchman. 

El cubano había vencido, cuatro meses antes, al panameño en diez fragorosos asaltos, en los que Hicks cayó en dos ocasiones en el tercero. 

“Laguna le pidió a Kresh que le consiguiera un pleito con Hitchman, porque estaba seguro que podía vencerlo”, me señaló Lan, quien recordó que, en esa oportunidad, se encontraba casi que al lado de ellos.

“Kresh le dijo ‘cógelo suave, que tú nada más tienes nueve peleas’, pero al final Ismael lo convenció”, precisó. 

Esteban Lan, creador del libro ‘Grandes Oradores’ (Colón, 2016), señaló que tal fue la insistencia de Laguna, que su apoderado hizo las gestiones para realizar la pelea en menos de un mes. 

“Fue en esa primera pelea que todo el mundo supo quién era Laguna, porque Ismael lo blanqueó”, recordó el periodista. 

La página digital ‘Solo Boxeo’ al hablar sobre ese pleito, señaló: “El cubano Enrique Hitchman, entre los mejores cinco pesos gallos de la época en la Isla, marchó hacia Panamá a cumplir con el compromiso ante un peleador al que, todavía, no le daban mucho ‘bombo ni platillo”. 

“La despedida de la crónica fue, por lo general, ‘el habanero va a un pleito especial, de trámite…’; el regreso, con algún suelto en alguna sección de boxeo (…), solo reflejó que el cubano perdió por decisión unánime ante el bisoño Ismael Laguna’, pero, por poco lo recibe una ambulancia (…) por lo magullado que lo dejó el inmortal panameño”, destacó la nota. 

LAGUNA ESTABA IMPARABLE

Laguna y Hitchman volvieron a enfrentarse un año después en la capital panameña, en una refriega que marcó el retiro del otrora peligroso gladiador caribeño. 

Lan selló su participación diciendo que: “Para la segunda pelea, ya todos sabíamos que Laguna lo iba a vapulear y así fue, le ganó mucho más fácil”. 

Entre tanto, el cronista Marcos ‘Ponchas’ Mendoza también dio luces sobre este pleito. “Esa pelea la trajo el promotor José Luis Torres, quien había traído a Hitcham para sus dos pleitos con Hicks”, recordó.

“El favorito era el cubano, pensando que se comería un pescaíto, pero Laguna le dio una pela (paliza). Torres también programó la revancha”, dijo el veterano periodista. 

‘Ponchas’ también recordó la ocasión en que se habló de una pelea entre Laguna y el brasileño Eder Jofre, quien se coronó titular gallo en enero de 1962. 

“No solamente se habló de ese compromiso - puntualizó Mendoza - sino que hasta conferencia de prensa hubo para anunciarlo”. 

“La conferencia se realizó en la embajada del Brasil, donde estuvieron presentes los apoderados de Jofre y Laguna, pero la pelea nunca se llevó a cabo, porque ellos no quisieron nada con el panameño después de verlo entrenar”, apuntó. 

“Laguna estaba que cortaba, estaba acabando”, matizó. 

Lo cierto es que hasta una foto juntos para la historia dejaron ambos púgiles, la cual fue utilizada como portada por algunas revistas especializadas de la época. 

Finalmente, otro detalle entorno a la carrera de Ismael Laguna, que es muy poco conocido. En septiembre de 1962, Laguna enfrentó a su coterráneo Pedro ‘Manhattan Kid’ Ortiz, en ese momento campeón pluma nacional. 

Laguna lo venció por nocaut técnico en siete asaltos y se hizo con el título de las 126 libras, pero no quiso reclamarlo para no perjudicar su clasificación mundial en la división inferior. 

Las reglas del juego en esa época eran muy diferentes a las de éstas, y un boxeador podía perder su clasificación mundial con solo hacer un mal guiño a un dirigente. 

Un aspecto interesante con respecto al choque Laguna-Ortiz fue que el mismo fue pautado a diez asaltos, cuando los pleitos por títulos nacionales casi siempre eran a doce. 

No puedo precisar si para esa época estaba vigente el reglamento que apuntaba, que un campeón nacional podría perder la faja si en un pleito no titular, caía vencido y la pelea se daba dentro de la categoría. 

En esa línea, los récords destacan que ambos pesaron alrededor de 122 libras. 

Lo cierto es que tres meses después, ‘Manhattan Kid’ perdía por decisión ante el bocatoreño Beresford Francis, en la disputa de la faja vacante de las 126 libras. 

En síntesis, Ismael Laguna, por una circunstancia u otra, nunca pudo enfrentar al campeón gallo brasileño, por lo que tuvo que cambiar sus toldas a la categoría pluma, donde tampoco le dieron oportunidad. 

Pero, esa es otra historia.

(Este artículo salió publicado este lunes 15 en La Estrella de Panamá).

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