Hablemos Deportes 2.0

Por Nicolás Espinosa Serrano   El Comité Olímpico Internacional (COI) está ampliando su espectro deportivo, mientras amenaza a algunos ancestrales deportes con dejarlos en el camino, a falta de una política de trabajo más estable y transparente.   Ayer entraron el skateboard, la escalada deportiva y el surf y mañana lo hará el breakdance, como parte de un programa de competencia que busca frescor y dinámica en los juegos olímpicos.   Unida a esta apertura está la diversificación y equidad dada a partir de Río 2016, con actividades mixtas en el atletismo, la natación, el tiro y el tenis de mesa, entre otros.   Es cierto que las innovaciones no afectan, de momento, los programas deportivos de las competiciones regionales en los diferentes continentes, pero es un movimiento que incidirá en algún momento.   Es por ello que, frente a estas nuevas ofertas olímpicas, que no lo son tanto en el devenir histórico de algunos, se preparen un sinnúmero de actores en una cantidad similar d

Por Nicolás Espinosa Serrano   Wanelge, en sus años mozos, cuando era un joven de apenas 52 kilos.   La lucha olímpica le ha brindado lustre al deporte panameño, desde que George Jones, Roy McLean, Harry Smith y Gladstone Stone, se colgaron las primeras preseas en los Centroamericanos y del Caribe de Panamá en 1938.   A partir de ese momento, no se ha dado competencia regional alguna en la que no haya estado presente, brindando satisfacción y orgullo al deporte istmeño.   A Panamá le dio sus primeros campeones mundiales aficionados en los años 70, en la figura de los colonenses Saúl Leslie y Julio Kennion, cuando gran parte de la población ignoraba que se practicara este deporte.   Aún así, nunca ha sido de las más favorecidas por los gobiernos de turno, y las derruidas instalaciones donde actualmente entrenan sus atletas a nivel nacional, son la prueba más fehaciente de ello.   Esta es parte de la historia del legendario luchador veragüense Wanelge Castillo, gana

Por Nicolás Espinosa Serrano   Uno, dos, tres títulos y dos subcampeonatos. El béisbol de Coclé goza de muy buena salud; así lo demuestran sus últimas actuaciones en la categoría menor, donde han sido un dolor de cabeza para sus adversarios.   La liga de Pocrí dio la primera clarinada con el equipo preinfantil, y luego siguió Aguadulce en la infantil e intermedia, todas involucradas en el programa de las Pequeñas Ligas.   Además, suman dos subcampeonatos nacionales en las categorías U12 y U15 de la Federación de Béisbol.   Nada es casualidad.   En Coclé trabajan siete franquicias del programa de Pequeñas Ligas (La Pintada, Antón, Penonomé, Natá, Aguadulce, Río Grande y Pocrí), cada una con niños a partir de los 4 y 5 años (prebimbim). Esto, unido al hecho de que hay más de una veintena de escuelitas o academias, donde se suplen estas organizaciones deportivas.   “Esta son las que mantienen la llama encendida, para que en los últimos años Coclé sea tan exitoso”, dijo el

  Por Nicolás Espinosa Serrano   Grupo de luchadores que entrenaron en Antón con Castillo y Mena. Los luchadores Samir Marciaga, en el greco, y Yusneiry Agrazal, en la libre, son las principales cartas de este deporte, en los Suramericanos de la Juventud de Rosario, Argentina.   Los juegos se realizarán del 28 de abril al 8 de mayo y la lucha será de las primeras en ver acción a partir del día 29, en el sector conocido como La Rural, del Parque Independencia .   El grupo panameño en 16 deportes, lo conforman 46 atletas, entre ellos, la nadadora Emily Santos, que junto a Marciaga, son los abanderados istmeños.   Yusneiry Agrazal, la única dama en el equipo de lucha panameña.   “Esas son las dos cartas de nosotros, porque han ganado muchas medallas en competencias internacionales”, dijo el técnico Edgar Castillo, quien junto al exmedallista panamericano Ramón Mena los han entrenado.   “Los otros cuatro luchadores han demostrado ser buenos, pero no tienen experiencia internacion

Por Nicolás Espinosa Serrano Julio Osorio (centro) fue el abanderado en los juegos Olímpicos de México. El baloncesto nacional vivió una época de oro entre los años de 1946 y 1970, cuando surgieron las más grandes figuras que ha dado esta disciplina en toda su historia.   No obstante, los últimos cinco años (1965 y 1970) fueron los más fructíferos, cuando un grupo de jóvenes lo convirtió en la máxima expresión del deporte nacional.   No hubo competición en la que no subieran al podio, ya sea para cobrar una medalla de bronce, como en los Panamericanos de Winnipeg (1967), o la de oro en los Centroamericanos y del Caribe de Panamá (1970).   Asimismo, la de plata en los Bolivarianos de Ecuador (1965), y los primeros lugares en los Centrobasket de El Salvador (1967) y Cuba (1969).   En fin, grandes actuaciones que nos llevaron por primera y única ocasión a unos juegos Olímpicos en México (1968).   En ese especial grupo estuvo un joven que desarrolló todo su potencial, precisame