La ‘Arañita’ Ortega, su pelea y su inactividad

Por Nicolás Espinosa Serrano

El boxeador panameño Carlos Ortega encajó otra derrota en su carrera. 


Si tuviera que calificar la cartelera del pasado sábado en el Centro de Combates, de Juan Díaz, la catalogaría de buena, principalmente por el pleito principal, donde el boricua René Santiago ganó por antes del límite.

 

Sin embargo, en una actividad donde se dice que se busca levantar el boxeo panameño, el que solo participen tres boxeadores locales y dos de ellos abriendo la función, el supuesto objetivo principal se disimula muy bien.

 

Pero, entremos en materia con respecto al pleito principal, donde el panameño Carlos ‘Arañita’ Ortega fracasó en su intento de anexarse un título minimosca regional, al ser vencido categóricamente por Santiago.

 

El boricua, a mi parecer, fue superior en todas las instancias a su más experimentado rival, quien peleaba en una división superior a la habitual y con doce meses de inactividad acuesta.

 

He escuchado comentarios en los últimos días y algunos se refieren a la falta de un mejor entrenamiento por parte del panameño, a una mejor esquina y, a que equivocó el plan de pelea.

 

Ortega fue el hombre de la noche, propuso mucho más que su rival, pero con ello no se ganan peleas, principalmente cuando tienes a un hombre que, posiblemente, le llevaba unas diez libras a la hora de la pelea.

 

Esa circunstancia hizo ver, en ciertos momentos, superior a Santiago, sobre todo cuando disparaba sus golpes en busca de una rápida culminación de las acciones, pero Ortega se mostró como un acorazado, aguantando lo mejor de la artillería contraria.

 

A pesar de no pegar ni estampilla, el panameño buscó la pelea adentro y allí también tuvo problemas, porque Santiago supo manejar el contragolpe y si bien en momentos se vio superado, la panorámica general era que estaba controlando las acciones.

 

¿Equivocó su plan de pelea? Es posible, lo cierto es que Ortega peleó en una categoría que no era la suya, donde además de regalar peso, dio ventajas físicas.

 

Pero más allá de eso, me voy por su inactividad. Realmente Santiago no fue nada del otro mundo, favorecido al enfrentar a un hombre con algunas aristas en contra, aunque no está de más decir que ganó muy bien su encuentro.

 

El panameño vendió cara su derrota, afectó en ocasiones a su rival y, si bien, nunca observé al boricua muy afectado, es indudable que tuvo una de sus más difíciles refriegas.

 

Ortega tuvo un compromiso muy duro para la frecuente inactividad que tiene en los cuadriláteros. Apenas ha realizado cinco peleas en los últimos seis años y cada una de ellas, con una mínima para de un año en el bolsillo.

 

Si sumamos a esto, el hecho que tiene como profesión el ser policía y que, por razones obvias, no está dedicado en un cien por ciento a esta actividad, debemos colegir que sus esfuerzos por mantenerse son titánicos.

 

En algún momento, Ortega tendrá que reunirse con su equipo de trabajo y concluir en varias cosas, si sigue en la brega: No dar más ventajas de peso; realizar dos pleitos ‘suaves’, por lo menos en 2023; y, buscar rivales de su tamaño en los países vecinos.


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