‘Los atletas solo se preparan para competir una vez al año’, Alvarado

Por Nicolás Espinosa Serrano

Simón Alvarado durante una carrera a campo traviesa en la categoría master.

Simón Alvarado sigue corriendo. Lo hace cuarenta años después que lo hiciera por primera vez, porque le sigue apasionando esta actividad que lo atrapó tras dejar la natación. 

Es poseedor de cinco marcas nacionales, todas ellas impuestas a mediados de los años 80, cuando aún era un joven y tenía muy poca oposición en las pruebas de fondo. 

“Están intactas todavía. Tengo los récords de los 3 y 5 mil metros planos en pista, la prueba de los 21 kilómetros, que está cumpliendo 34 años, y el de la milla”, informó. 

Para el aún corredor de 59 años, existen muchas razones del porqué se mantienen estas marcas, pero principalmente hay dos. La primera porque la actividad federativa se ha reducido a un torneo por año; y la segunda, porque ya no se corre “por el honor” sino por los premios. 

Esa es la diferencia al atletismo que se hacía en las décadas de los años 80, 90 e inicios del 2000, cuando el deporte era mucho más pobre que hoy, pero se mantenía en constante actividad con cuatro o cinco competiciones al año. 

El hombre récord

Simón pareciera que aún no llega a la meta. Está en un constante entrenamiento, en medio de una pandemia que ha mantenido casi que en ‘cautiverio’ a muchas disciplinas, incluyendo a la suya. 

El año pasado estuvo en dos competencias, uno en forma virtual, en la categoría máster, y la otra presencial. 

“Participé en un mundial máster virtual que se organizó en Canadá. Estuve entre los seis primeros lugares en la prueba de los 10.000 metros, y después acá gané una carrera de 21 kilómetros, que fue semipresencial”, explicó. 

Indicó que tuvo que enviar su registro a Canadá, en el evento realizado en agosto pasado. “Se utilizaron unos relojes que marcan la velocidad, la distancia y el patrón de carrera que hiciste, se obtuvo un promedio y el resultado se envió”. 

“La competición que realizó el club Corredores del Istmo en noviembre fue más presencial, aunque los que estaban en el interior del país lo hicieron en forma virtual”, señaló. 

En la prueba se guardaron las medidas sanitarias solicitadas por las autoridades de salud, entre ellas, la de mantener una distancia prudencial entre los competidores. 

Simón fue siempre en el atletismo un competidor de la categoría mayor, porque se inició casi que a los 18 años, cuando se percató que en la natación su vida activa estaba concluyendo. 

“Antes de ser corredor fui nadador con el club Barracudas, pero cuando cumples 17 años ya no hay mucha actividad, además estaba teniendo muy buenos resultados en el atletismo”, señaló. 



La natación lo llevó a los juegos Centroamericanos de El Salvador en 1977, donde se colgó una medalla de plata en los relevos de los 400 mixtos. 

“En el atletismo me introduje fácilmente en la categoría mayor a pesar de ser casi un juvenil, y después de unos cuatro años comencé a romper las marcas nacionales. Me volví un rompedor de marcas”, expresó. 

El primer registro que superó Simón Alvarado en su carrera fue el de los 3 mil metros, en una competencia realizada en Atlanta, Estados Unidos, en 1984, con un tiempo de 8:28.87. 

Al año siguiente en Nueva Zelanda tuvo el mismo destino el registro de la media maratón (1:06.17) y en 1986, en el Iberoamericano de La Habana, derribó el récord de los 5 mil metros planos (14.27.45). 

Después llegaron las marcas en los 21 kilómetros y en la milla. 

Muy pocas pruebas 

Alvarado tiene un sinfín de razones para poder explicar el porqué esos registros aún no han sido superados, pero la principal es que hay muy pocos torneos federativos al año. 

“Puede ser percepción mía, pero creo que las federaciones no buscan alternativas para respaldar económicamente sus torneos, esperando solo la ayuda gubernamental a través de Pandeportes”, dijo. 

“Esta circunstancia los llevó a realizar campeonatos nacionales por edades y los torneos alternativos, como los Relevos Yan Yip Rivera, Relevos de Balboa y los selectivos, desaparecieron”, añadió. 

Enfatizó que es por ello que los atletas de las categorías infantil, cadete, juvenil y mayor se ven las caras sólo una vez al año, y los jóvenes literalmente han sido apartados de las pistas federativas. 

“De un tiempo hacia acá, los jóvenes solo entrenan para competir una vez al año, porque los torneos y carreras en los estadios se perdieron, lo que es muy perjudicial para el crecimiento de un atleta, principalmente para un velocista”, agregó. 

Afirmó que esta situación derivó en que los clubes, algunos no afiliados a la Federación, tomaran fuerza y realizaran competencias, donde se gana dinero por correr.   

“Antes se corría por el honor de hacerlo y estar entre los mejores o simplemente por participar; hoy, si no hay recompensa no van”, sostuvo.  

La inacción por parte de la dirigencia también ha traído como resultado que la calidad del atleta nacional, haya bajado significativamente. 

“Hoy, los atleta no bajan de 15 o 16 minutos en los 5 mil metros, cuando antes éramos entre 15 y 16 los que corríamos por debajo de esos tiempos”, advirtió. 

“Puede ser que haya uno que otro bueno, pero antes había una camada muy fuerte; ahora, hay unos cuantos o un solo corredor por prueba”, concluyó.

En esa línea, recordó que cuando corría habían varios velocistas de reconocimiento internacional, como los colonenses Alfonso Pitters, Florencio Aguilar y Héctor Daley. 

Alvarado, junto a los miembros del ‘Team Simón’, se mantiene en la actualidad en las pistas, mejor dicho, en las calles de Panamá, porque en la ciudad no hay pistas para hacerlo.

(El artículo salió publicado este lunes 19 de abril en La Estrella de Panamá).

 

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