“Colón se creía invencible en la pelota”: ‘Chebo’ Ortiz

Por Nicolás Espinosa Serrano

Mentolados, campeón del beis colonense en 1950. Al extremo derecho superior, 'Chebo' Ortiz.

Fueron casi dos horas de conversación, donde abundaron las anécdotas y las chanzas, sobre una época que vivió el béisbol de Colón con mucha fuerza. Fue el periodo en que fueron imbatibles en la pelota nacional mayor. 

Eusebio ‘Chebo’ Ortiz, de 91 años, se esforzó durante esos 120 minutos en dar un amplio panorama de esa etapa, aquella en la que Colón obtuvo siete de los ocho títulos con que cuenta en su historia. 

La novena de Colón fue campeón por primera vez en 1949, cortándole una racha de tres títulos consecutivos a la representación de Panamá. 

Después obtuvieron el galardón de 1953 y más adelante se convirtieron literalmente en los reyes de la pelota, al ganar cuatro en forma consecutiva (1956, 1957, 1958 y 1959), y en 1962 se anexaron el último trofeo que lograron en el siglo XX. 

‘Chebo’ Ortiz a pesar de su edad, se mueve ágilmente en su casa, ubicada en la comunidad de Arco Iris (Rainbow City), y mientras degustaba una taza de café, nos fue contando esa historia, que algunos escasos libros no cuentan. 

“Nosotros nos creíamos invencibles en ese tiempo, que fue un error, porque llegaron a sorprendernos”, indicó. 

En la escasa bibliografía con que contamos, Ortiz aparece en las nóminas de los campeonatos de 1951, 1957, 1959 y 1962, aunque asegura que representó a Colón, ya como primera base o jardinero izquierdo, en cinco o seis ocasiones. 

“No recuerdo las veces que representé a Colón, podrían haber sido cinco o seis, pero lo que sí recuerdo es que siempre fue un orgullo representar a mi provincia”, aseveró.

Créanme que fue un deleite escucharle contar historias y recordar nombres, pero, principalmente, el rememorar hechos que tenía muy resguardada en su memoria, y que supo desgranarnos, algunos lógicamente, solo a ‘vuelo de pájaro’. 

'Chebo' Ortiz, un colonense que orgullosamente representó a su provincia. 

‘Chebo’ es el progenitor de los ex peloteros Luis, Miguel y Ricardo Ortiz, quienes en su momento representaron a los equipos juveniles de Colón, los dos últimos en los equipos campeones de 1979, 1982 y 1985. 

Luis estuvo involucrado en el grupo técnico que dio a Colón su primer título en 1979, y estaba llamado a dirigir al equipo de Panamá en la eliminatoria del Clásico Mundial de Béisbol, que fue pospuesto el año pasado. 

Harwood, el director ideal

‘Chebo’ Ortiz jugó un poco más de diez años en la pelota aficionada local, en alguna ocasión vistiendo la franela del Spur Cola, que también fue franquicia profesional, y el Mentolados.

En el segundo equipo hizo mancuerna con peloteros como Abraham Forchiny, Enrique Bonito, Patricio De León, William Prout, Gilberto Dosman y Carlos ‘Zuly’ Magdaleno, quienes también formaron parte de la selección colonense. 

En esa novena provincial también estuvieron Cirilo Adamson, Domingo Santizo, Hugh Charles, Alfredo Harper, Francisco Ceballos, Reginald Grenald, Osvaldo ‘Ossie’ Chavarría, Ramón Alston, Leroy Hart, Pablo ‘Paye’ Cobos Jr., Ramón Webster, Valentín Watson, Franklin Niles y Urbano Camarena. 

Un mundo de historias en cada uno de estos nombres que, en su momento, fueron protagonistas de algunas páginas gloriosas del béisbol colonense y nacional. 

En los años que jugó en la pelota local y en la selección provincial, Ortiz tuvo varios managers, entre ellos, el propio ‘Zuly’ Magdaleno, Sidney Harwood, Bobby Rodríguez, Vibert Clarke y Félix Frutos. 

Colón conformó grandes selecciones provinciales en la década de los 50.

De todos ellos, cree que Harwood fue el mejor porque “era un hombre con mucha disciplina, conocedor del béisbol. Sabía lo que hacía y por ser muy estricto, había gente que no gustaba de él”, destacó. 

Todo empezó en un llano

“Empecé a jugar pelota en Calle y Bolívar, donde hoy existe una línea de buses, en esa época había un llano, pero donde realmente aprendí fue en la Zona del Canal”, sostuvo.

“Aprendimos porque estaban los ex big leaguers (ex profesionales)”, abundó.

Refirió que Harwood era dueño de una refresquería cercana al parque de pelota de la calle 13 y Bolívar, donde asistían los peloteros americanos que jugaban con el Spur Cola, equipo colonense en el béisbol profesional. 

“Allí se hablaba de béisbol, pero en inglés, y fue donde conocí sobre este deporte y a hablar el idioma”, precisó Ortiz, quien combinó el juego de pelota con su profesión de bombero. 

“Bateaba y corría muy bien las bases. No creo que alguien corriera mejor las bases y tenía un buen brazo. Cuando jugaba en el jardín izquierdo, el corredor que quería extender un batazo se corría un chance, porque tenía un buen brazo”, aseveró. 

¿Por qué entonces no fue lanzador?, le pregunté. 

“No me gustaba. Quería ser jardinero central y shortstop, pero no era tan veloz. En ese entonces estaba en el centro Patricio De León, quien era toda una estrella”, dijo. 

Esta es una breve historia de una figura que hizo historia.



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