Ugás, ¿acabó con el Pac-Man, Manny Pacquiao?

Por Nicolás Espinosa Serrano
(hablemosdeportes2.0@gmail.com)

El boxeo de Pacquiao (Der.) resultó mucho más efectivo en los primeros asaltos.

Decenas de miles de aficionados vimos la noche del sábado perder al filipino Manny Pacquiao, pero no sería descabellado pensar que otro cantidad similar de personas, entre ellos, sus paisanos, lo vieron ganar frente al cubano Yordenis Ugás. 

Es cuestión de perspectivas y, añadiría, de intereses. 

Lo cierto es que a mi parecer es descabellado y, hasta un poco atrevido, afirmar en forma contundente que Ugás acabó a Manny, que lo retiró. 

Más bien, fueron los años de actividad, los años de edad, que podrían llevarlo a decidir que ya no más. 

Recuerdo el pleito entre el inmenso Wilfredo Gómez y el panameño Alfredo Layne, que logró ganar este último. Cualquiera que se hubiera enfrentado en ese momento al guapo boricua, lo hubiera vencido. 

Es decir que, a mi parecer, la victoria del cubano fue inobjetable, pero de eso a decir que lo envió al retiro, es quizás más un asunto de semántica que de un hecho real.

A Manny le ganó el tiempo, ese que en su momento superó a Sonny Liston, a Joe Louis, Muhammad Alí, Larry Holmes, Roberto Durán, Ray Leonard y a otros tantos boxeadores, que se negaron a entender que su tiempo en este negocio había terminado. 

A Manny lo retiraron sus 42 años, sus casi treinta en la brega y sus épicos pleitos, que exigieron de él una preparación a ultranza. No fue Ugás. 

Pacquiao tuvo siete derrotas en su exitosa carrera antes de este encuentro y, principalmente en cada una de las últimas, se hablaba de un inminente retiro. Recuerdo el brutal descalabro que tuvo con el mexicano Juan Manuel Márquez, el choque frente a Floyd Mayweather, donde supuestamente peleó lesionado o el que hizo frente a Jeff Horn, donde se vio un Manny avejentado, lento y fuera de toda forma boxística.

En cada una de ellas se habló de un retiro inminente y, en esos momentos, el rumor que la política lo llevaría a colgar los guantes, era un argumento mucho más convincente y contundente. 

Dicho todo esto. Es imposible tapar el brillo de un calcinante sol con una página tipo bond 8 ½ por 11. Ugás fue mucho mejor que Pacquiao, con su boxeo de contragolpe, sobre todo en la última parte del pleito. 

Los años a cuestas, la prolongada inactividad, la juventud y hambre de gloria de su oponente, también fueron piezas claves, es indudable. 

Pero de ello, a que se pueda afirmar que Ugás lo retiró, sería osado. Hacen falta dos o tres bravos cubanos más en un mismo pleito para decirlo. 

Esa noche, Yordenis Ugás fue mejor. Nada más.