Nonito Donaire llegó, impresionó y conquistó

Por Nicolás Espinosa Serrano
(hablemosdeportes2.0@gmail.com)


Donaire y Rigondeaux enfrentaron en 2013, logrando el cubano el triunfo por decisión. 

Nonito Donaire no dio tiempo para especulaciones. Su edad (38 años) y su extensa carrera no lo permitían, así que puso manos a la obra y se encargó en poco menos de 12 minutos de su rival, el hasta entonces campeón gallo del CMB, el francés Nordine Oubaali. 

Donaire se convierte en el más longevo monarca gallo que ha tenido el CMB, pero más allá de esta circunstancia, el bravo boxeador filipino vuelve a ser un ejemplo de pundonor, carácter y sobre todo, calidad. 

En los casi cuatro asaltos del pleito, principalmente en los dos primeros, permitió que Oubaali marcara terreno, aunque en forma cautelosa, mientras buscaba cómo entrar en la guardia de su más bajo rival. 

Quizás fue en el segundo que dio la primera clarinada de sus intenciones de que el monarca o se ponían en las pilas y en verdad marcaba de manera más elocuente o a pies planos, impondrían sus reglas. 

Y, así fue. 

Cuando se firmó el pleito para pelear con Oubaali, algunos especularon que el ‘Flash filipino’ no estaría preparado, cumplía casi dos años de no pelear y a esa edad, esta atenuante pesa, pero se siguió adelante. 

Es más, el monarca era el favorito en las apuestas, ya que las opiniones de los entendidos giraban en torno hacia ese tiempo de inactividad, sumado a la edad del aspirante. 

Aún así, Donaire estaba más que confiado en su triunfo. Su más reciente pleito, frente al monarca de la AMB, el japonés Naoya Inoue, en noviembre de 2019, le había enseñado que con un poco más de contundencia y decisión podría alcanzar su objetivo. 

Así alcanzó su triunfo. Siendo paciente, cometido y a pies planos, para preservar su contundencia y le resultó. 

Ahora, quiere volver a pelear con Inoue, ser campeón gallo de las cuatro organizaciones más reconocidas a nivel internacional, para poder despedirse del boxeo como siempre quiso, como monarca indiscutible. 

Nonito ha sido campeón en repetidas ocasiones en cuatro divisiones diferentes. La posibilidad de contar con múltiples organismos y, en ocasiones, con dudosos campeones, da siempre la ocasión para llegar a estos. 

Ahora bien, esas son las realidades del mundo boxístico actual, pero de ninguna manera pone en duda la calidad de un púgil que, hasta cierto punto, puede calibrarse al mismo nivel que su compatriota Manny Pacquiao, que aún sigue dando batalla. 

En este nuevo aire del flamante campeón de las 118 libras, no hay tiempo para planes a largo plazo y esto, posiblemente, lleve a meditar a su equipo de trabajo qué podría ser mejor para su carrera.

Los otros tres cetros mundiales están divididos entre el japonés Inoue (AMB y FIB), y el cubano Guillermo Rigondeaux (OMB), quienes les han ganado en previos pleitos al reciente coronado y tienen compromisos a la vista. 

Inoue debe enfrentar a Miguel Dasmarinas en junio próximo y Rigondeaux en agosto a John Riel Casimero, ambos retadores de nacionalidad filipina casualmente. 

Es decir, que Donaire tendría que esperar los resultados de estos encuentros, para poner en la mesa de las probabilidades el enfrentar a uno u otro rival o exponer la faja hasta que se aclare el panorama. 

Cualquiera que fuera la decisión de Nonito Donaire abre un nuevo camino en la historia de la división gallo, incluyendo la posibilidad que Dasmarinas y Casimero obtengan los cetros y por primera vez, una división tenga campeones de nacionalidad filipina.

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