Luis Sanjur, un pelotero de antaño con clase

Por Nicolás Espinosa Serrano

Se habla mucho de que el pelotero de antaño ponía alma, vida y corazón en cada una de sus intervenciones. En la actualidad priva más el dinero que el amor a la camiseta. Hay excepciones, es cierto, pero las cosas en el pasado eran muy diferentes. 

Uno de esos peloteros de antaño con mucha clase fue Luis Sanjur, un extraordinario jugador de la década del 40, que se crio en el popular barrio capitalino de El Marañón y, como otros muchachos, jugó en las calles, en las playas y en los terrenos baldíos adyacentes a las casas donde habitaban. 

Luis Sanjur, gloria de la pelota nacional. 

Es decir, jugaba dónde se podía y se les permitiera. 

Su primer equipo formal fue uno conformado por Simón De La Rosa Martínez, que participó en una liga que organizaba Blas Santaclara, otro inmortal de la pelota capitalina. 

De esa exitosa experiencia, ya que el ‘team’ era un verdadero trabuco, pasó a la Liga Distritorial, donde destacó para ser considerado para jugar en los bisoños campeonatos nacionales de la pelota amateur. 

Fue en el año de 1948, cuando el torneo se celebró en el Parque Sucre, de la ciudad de David y, para mayores detalles, fue donde los colonenses, principalmente Héctor López, impusieron varias marcas ofensivas. 

Pero, Sanjur no jugó con el equipo de Panamá sino con una representación que llevaría el nombre de Darién, tierra de dónde provenía De La Rosa Martínez. 

“Fue la primera vez que un equipo de la provincia del Darién participó en un Campeonato Nacional de Béisbol. A pesar de ser muy jóvenes, el equipo era bastante fuerte, nos agarramos con los equipos de Panamá y Colón”, dijo. 

La novena darienita ocupó el tercer lugar, logrando importantes victorias, como la que se dio frente a Colón, 13 carreras por 12. 

Sanjur jugaba en el cuadro interior, donde sus posiciones favoritas eran la segunda y el campo corto. 

Época de gran pelota

En su transitar como pelotero, Sanjur mostró sus grandes cualidades con el guante y el bate, que le permitió ser seleccionado para asistir a las series mundiales, que se registraron en Nicaragua (1950) y Venezuela (1953). 

De su primera experiencia recordó el partido de diez episodios, lanzados por el zurdo Alfredo ‘Fello’ Rosales ante Nicaragua, donde conectó el imparable de oro que dejó a los nicaragüenses en el terreno. 

Al referirse a Rosales manifestó que fue un buen lanzador, que contaba con un movimiento natural para sorprender a los corredores fuera del primer cojín. 

También habló de quien fuera uno de los directores más ganadores de la pelota nacional, Tomás ‘Chilía’ Zamora, quien también dirigió a la novena nacional. “Sabía sacarles el mayor provecho a los peloteros”, mencionó. 

“Jugé con Zamora en Las Tablas (1951) y Chitré (1953), y en otros dos campeonatos nacionales más. Recuerdo que una vez teníamos tres jardineros que habían terminado bateando arriba de .300, pero cuando empezó el campeonato no batearon nada”. 

“Zamora optó por poner a tres lanzadores a jugar en los jardines. A Chon Aguilar, Palillo Caicedo e Ican Ramos, incluyendo también a Catalino González, que quedó jugando de receptor”, señaló. 

Apuntó que fue una época en la que hubo peloteros, que podían jugar cualquier posición, como lo hicieron en su momento González y Ramos. 

Otra de sus anécdotas, copiadas por los medios, tuvo lugar en un partido en la ciudad de Chitré, donde el receptor Justino ‘Gato Brujo’ Salinas, tuvo que quitarse su equipo para ir al montículo, donde terminó ganando el partido. 

Sanjur tuvo ofertas para jugar en la pelota profesional, pero nunca se decidió a firmar. 

Señaló que en la pelota de antaño hubo mucho mayor actividad que la se registró a partir de los años 80, porque existían las ligas invernales y otras en las que se podía alternar con peloteros profesionales en partidos amistosos. 

“Eso nos ayudaba bastante para cuando íbamos a las confrontaciones internacionales, donde jugábamos de tú a tú con los adversarios y creo que lo hacíamos con más corazón”, sostuvo. 

Luis Sanjur participó en los Nacionales de 1948, en Chiriquí; en dos ocasiones en Las Tablas (1950 y 1953); y Aguadulce (1958); en los Bolivarianos de 1951; en el Centroamericano y del Caribe de 1961; y en dos series mundiales. 

(Los datos para esta nota fueron obtenidos de periódicos de los años 80 y 90).

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