DEPORTE ADAPTADO, CLAMA POR SALIR DE LAS SOMBRAS
Por Nicolás Espinosa Serrano
Los juegos Paralímpicos nacieron casi desde la misma concepción de los juegos Olímpicos, debido a la inquietud de algunas personas por participar en un evento de alta competición, a pesar de sus problemas físicos.
No obstante, la competencia precursora de estos juegos se registró en 1948, cuando el médico alemán Ludwig Guttmann realizó un evento atlético especial en Londres para los veteranos de la Segunda Guerra Mundial, todos con lesión medular, coincidiendo con la actividad olímpica realizada en esa ciudad.
A partir de allí, se fueron dando muchas más competiciones y el concepto general del mismo se amplió, no solamente en cuanto al tipo de actividad que desarrollaría sino en el concepto, que tenía el común de las personas con respecto a estos juegos.
Fue por ello que, en una primera instancia, se le conoció como deporte paralímpico, pero en realidad los estadios han ido creciendo así como las actividades, y es por ello que la denominación mucho más generalizada es la de deporte adaptado.
En ese sentido, los deportes con el tiempo aumentaron de unos pocos a una decena y sus especialidades se multiplicaron a tal punto, que cada discapacidad fue dividida en diez categorías.
Asimismo, su realización en diversos países causó tal impacto que modificó la forma de vivir de ciudades enteras. En Vancouver, por ejemplo, dejó edificios con mejor accesibilidad, banquetas y lugares públicos, tras su realización en 2010.
En China fue mucho más abarcador su impacto. También se creó mayor accesibilidad, pero hubo cambios en algunas leyes, dirigidas a favorecer a las personas con alguna discapacidad y a reconocerlos como parte de la sociedad.
No obstante, a pesar de ese impacto en lo social y en lo deportivo, los Juegos Paralímpicos han tenido que bregar siempre con la falta de una mayor cobertura por parte de los medios, como ocurre con las Olimpiadas, situación que impacta en todo lo referente a su financiamiento.
En ningún lugar es fácil
Aparentemente ese es el estigma con el que tienen que cargar todas las personas que, universalmente, tienen que ver con la preparación de atletas con alguna discapacidad para un evento determinado.
“El deporte paralímpico le ha dado a Panamá muchas más medallas que cualquier otro, pero a pesar de ello, nunca ha tenido el reconocimiento que se han ganado a pulso”, nos dijo el ex atleta paralímpico Said Gómez.
“Nosotros no tenemos el realce y el empuje que tienen
los deportes convencionales. Allí, si es verdad que no hay equiparación”,
expresó Gómez, actual presidente del Comité Paralímpico de Panamá.
También mostró su inconformidad por el comportamiento de los medios, principalmente las televisoras, que cubren casi que en su totalidad la actividad de los juegos Panamericanos y Olímpicos, algo que no ocurre con la versión del deporte adaptado.
"Sé que hay mucha gente que le gusta el fútbol y lo apoya, pero ¿qué ha hecho, además de ir a un mundial y quedar en el último lugar?”, se preguntó el varias veces ganador de medallas Parapanamericanas y Paraolímpicas.
“No sé si es un asunto de cultura o es que el Senadis (Secretaría Nacional de Discapacidad) no está haciendo su trabajo, o que Pandeportes debe darle mayor realce a las cosas que hacen las personas con alguna discapacidad”, reflexionó.
Panamá en el
mapa
Panamá está en el mapa
paralímpico y con muy buenas calificaciones.
El propio Said Gómez ha
logrado tres
medallas de oro, cuatro de plata y una de bronce en cinco Juegos Paralímpicos, a
partir de Barcelona 92.
También obtuvo la
primera presea Parapanamericana para nuestro país, en los juegos realizados en
Río de Janeiro en 2007.
En los juegos paralímpicos de Beijing (2008), le fue entregado el premio ‘Whang Youn Dai’ por “demostrar el mejor espíritu de los Juegos Paralímpicos”.
Ahora, si bien Gómez es el principal rostro del deporte adaptado en nuestro país, no es el único que le ha brindado honores.
En los Parapanamericanos de Lima 2019, por ejemplo, Francisco Cedeño ganó plata (F55) y Gertrudis Ortega bronce (F33) en la impulsión de la bala.
De igual forma, en los juegos juveniles Parapanamericanos de Sao Paulo 2017 se obtuvieron siete medallas.
Rumbo a Tokio
Al igual que ocurre con el grupo de atletas de los deportes convencionales, un puñado de deportistas paralímpicos busca un cupo para la cita de Tokio 2021.
En total son 10 que, en atletismo, powerlifting, natación y tiro van tras ese pase, porque al igual que ocurre con el deporte convencional, hay que ganarlo para poder asistir.
Jhan Wisdom, Juan Carlos Caballero, Iveth Valdés y los ya mencionados Francisco Cedeño y Gertrudis Ortega, son los de atletismo; mientras que Arístides Guevara está en el tiro; y Jeremy Jurado y Benito Perlaza, en la natación.
Los primeros en salir a buscar el ansiado pase fueron Rey Dimas y Victoriano Mendoza, quienes participaron la pasada semana en la Copa Mundial de powerlifting en Bogotá.
La pandemia del covid-19 retrasó todo, inclusive los juegos, pero además
comprometió la economía de muchas empresas, algunas entusiastas patrocinadoras
de los atletas con alguna discapacidad.
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