EL FÚTBOL NECESITA UN REVOLCÓN

Por NICOLÁS ESPINOSA SERRANO

(hablemosdeportes2.0@gmail.com) 

El fútbol nuestro de cada día, vive de experimento en experimento. En el 2009 desapareció la Anaprof para darle paso a la LPF, con una serie de cambios que nunca dieron resultados. 

Ahora vienen con la de montar un torneo con 12 equipos en la primera categoría y un chumbulún en la llamada categoría Prom (me supongo que quieren decir promesas), que a muy pocos convencen de que con ello solucionarán el problema de calidad, técnica y organización que requieren. 

He conversado con algunos colegas que respiran fútbol y sus análisis me han hecho concluir, que lo que necesita es un verdadero revolcón. Un revolcón en su organización, en sus dirigentes y en los propios futbolistas, que todavía no se sienten realmente profesionales y participan en cuantas ligas los invitan, así se juegue en la calle y con dos pedazos de piedra como portería en cada lado. 

Hace falta un revolcón para que se entienda de una vez por todas que, si a algunos se les exige responsabilidad como entidad (federación) o equipos (dirigencia), los otros (futbolistas) deben cumplir con sus deberes. 

Es decir, es importante exigir sus derechos, como es el pago justo y a tiempo por sus prestaciones, seguro de vida, etc., pero también lo es cumplir con sus deberes, como es el de comportarse como un atleta profesional, tanto dentro como fuera de la cancha, principalmente fuera de ésta. 

Ahora bien, también debe madurarse como organización y, en esa línea, aún no han probado que lo han hecho, con todo y que desde la pasada directiva de Fepafut, se realizaron una cantidad de cursos y seminarios dirigidos a los equipos, para que se convirtieran en clubes; a los técnicos, para que se les pudiera llamar Profe (Suramérica) o Míster (Europa); y a los involucrados administrativamente en este hermoso deporte. 

Hace unos días el amigo José Orucú nos invitó a escuchar la intervención del señor Mario Corro, encargado del fútbol profesional de la Fepafut, y realmente nos dejó confusos con tantos cambios que pretenden incluir en la próxima temporada. 

Por cierto, el muy completo programa se llama ‘Agenda fútbol’ y se pasa semanalmente en su canal de Youtube.   

Es muy posible que algo lejos del ‘inside’ del fútbol nuestro de cada día, no entendía algunas cosas de las que habló el señor Corro, pero tras la conversación con mis respetados colegas, concluí que no estaba tan perdido, en cuanto a que hay muchas cosas no muy claras para todos. 


Primeramente, no entiendo cómo podríamos mejorar la calidad de nuestro fútbol si hoy decimos una cosa y mañana otra. Ayer no había descenso, pero para la próxima temporada habrán más equipos en la primera división. 

Más equipos en primera, pero con pocas instalaciones para jugar y, para nosotros lo más importante, sin probar realmente si son o están en línea para ser llamados realmente CLUBES. 

Pareciera una tontería este hecho, pero el denominar a una franquicia club, determina que ésta cuenta con una estructura y no solamente logística y administrativa, sino con instalaciones para entrenamientos, para concentraciones y, sobre todo, para jugar. 

A propósito. Hace poco escuché en el mismo programa de Orocú al señor Manuel Mirambel, de grata recordación con el Sporting de San Miguelito, ahora con el Veraguas CD, uno de los ascendidos por arte de magia a la primera, que estaban esperando que Pandeportes terminara la remodelación del ‘Toco Castillo’, para tomarlo como estadio principal. 

Si así es tener un club, entonces, andamos muy mal. El hecho de que un supuesto club profesional tome como suyo, aunque sea prestado, un bien del Estado, me dice que muchos equipos del área se verán perjudicados, porque es muy probable que la entrada estará restringida a partir de su préstamos o cesión administrativa. 

Eso me recuerda dos cosas. El estadio Armando Dely, construido en terrenos del Centro Regional Universitario de Colón y administrado por Pandeportes, era o es utilizado como propio por el Árabe Unido que, hasta candado le tiene a uno de los camerinos, en perjuicio de los equipos de las otras categorías que utilizan el coliseo. 

Lo otro fue cuando un directivo de un equipo de la Anaprof-LPF estuvo vinculado a Pandeportes y fue señalado por supuestamente cerrar el estadio Rommel Fernández, incluso para el atletismo, para que su equipo lo utilizara sin molestia. 

Debo decir que, de lo del Armando Dely, en Colón, me consta porque estuve allí para corroborarlo, no así de lo que ocurrió o pudo ocurrir con lo otro, aunque sí fue señalado al respecto por técnicos del atletismo y por algunos funcionarios de la institución.   

Otro detalle que me llamó la atención en los cambios que revolucionarán al fútbol local (¿?), es el cuento de que en la categoría Prom no podrán participar, salvo contadas excepciones, jugadores mayores de 20 años. 

Además de ello, incluirán un bonchao de equipos, incluyendo algunos que ni siquiera pisaron la grama de una cancha o estadio para jugar en la Copa Rommel Fernández. Esto si es de temer, porque si, de a vainas, los que estuvieron en ese torneo se les puede llamar equipos; ¿se imaginan de los que un día tienen una plantilla, y al otro día presentan otra? 

Un total de 24 equipos, formados en fila para este nuevo experimento, y es aquí donde me pregunto. ¿Si no pudieron mejorar las características de nuestro fútbol con menos equipos, cómo lo harán con esa cantidad? 

Oye, no estamos hablando de un país del primer mundo futbolístico que está haciendo ese experimento, con uno o dos años de tenerlo como plan piloto, sino de Panamá, que aún se orina en sus pañales. Así, léanlo, en sus pañales. 

La idea de este escrito no es de ninguna manera golpear a los que se lanzan cuál Quijotes, contra los imaginarios enemigos agazapados en los molinos de viento, sino que se reflexione un poco más con las decisiones que se han tomado.

Sin una estructura física y logística, con equipos con credenciales de clubes sin serlos y, con el bicho bellaco del Coronavirus en todas las esquinas, creo que se es muy temerario. 

¡Ah! Eso es otra cosa, y ¿QUÉ del control sanitario? 

El fútbol panameño necesita un revolcón, ya que estoy convencido que con este plan no se van a lograr los objetivos propuestos, una vez más. 

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