El bateador designado universal, una polémica menos en el béisbol

Por Nicolás Espinosa Serrano

El dominicano David Ortiz, bateador designado del Boston, acaba de llegar a Cooperstown.


El mundo peloteril ha dado el grito al cielo. No se asusten, es una expresión muy latina. Manfred y el grupo de dueños de la Major League Baseball ha dado su parecer en ese sentido, y mucha gente ha dado el grito. 

Realmente me extraña. No el anuncio sino el grito. Desde la temporada especial vino el primer llamado y nadie se quejó. No fue un experimento; fue un llamado y muy pocos lo atendieron. 

Ahora, ¿es todo malo?. Sé que hay mucha gente que piensa que esto es lo último; y no es cierto, vienen más cosas. 

Desde el momento en que el béisbol aceptó el VAR, debió entender que venían muchas más cosas. El deporte de sus pasiones se está quedando atrás, con respecto a otros, como la NFL o la NBA. 

Un momento. Como quien habla español y piensa en inglés, estoy hablando idiomas que tal vez no se entienda. Es decir, el béisbol, pasión de multitudes en toda América Latina, sin embargo, no es un negocio nuestro, es de los gringos. 

Nosotros bailamos al son de su interpretación, aunque al final lo bailemos mucho mejor que ellos. 

Manfred y sus empleadores ya metieron el VAR, los directores de equipos no se quedaron atrás y emplearon el SHIFT. ¿Creían que ellos se iban a quedar con los brazos cruzados? Para nada.

 Por allí viene el árbitro robótico, que hoy lo implementan en ligas menores. 

El béisbol dejará de deleitarse con lanzadores-bateadores como Madison Bumgarner.

Pero, más allá de esto, está el hecho contundente de que el béisbol se está quedando atrás de otras actividades lucrativas del entretenimiento norteamericano. Alguno lo llaman NFL, otros Hockey, y al final queda en NBA. 

Esa es la realidad. El béisbol, el maná del deporte latinoamericano, principalmente caribeño, se está quedando atrás, y los propietarios de equipos estadounidenses, que también tienen que ver con otras actividades, lo ven. 

Es decir, no solo ven el árbol que está en el bosque, sino el bosque entero. 

Por ello, el bateador designado, llamado universal no es un pensamiento nuevo, aunque si innovador, porque si no el béisbol va a morir. De nada sirve las quejas, las protestas que pudieran hacer los puritanos del deporte; hay una realidad, y esa no la está dictando el béisbol.

El japonés Othani, quizás el único lanzador que el béisbol verá bateando en 2022.

 Pero viendo lo bien, ¿afecta en algo a la actividad, el bateador designado universal? Es romántico pensar que ya no veremos a lanzadores, algunos mencionan a Bartolo Colón (¿?) y otros a Fernando Valenzuela o a Bumgarner, en la zona de bateo. 

Un detalle. Jamás pensamos ver el VAR en nuestro béisbol y, quizás, en el día de mañana, a los robots detrás del plato. Todo cambia y debemos aceptarlo, principalmente, cuando ninguno de nosotros tiene una varita para cambiar nada de lo que pueda darse. 

Ah, que algunos apostamos a la pureza en el béisbol. ¿En Estados Unidos? Es una fantasía; solo debemos aceptarlo.

Comentarios

  1. Estoy de acuerdo con la repetición y los retos en la pelota. Ayer en el Metro vs Chiriquí el resultado fue justo. El BD permitirá ver a peloteros jugar más años.

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