Nathalee Aranda, la primera fémina colonense en unas Olimpiadas

Por Nicolás Espinosa Serrano
(hablemosdeportes2.0@gmail.com)


Nathalee y Florencio ajustando estrategias, en el marco de los Panamericanos de Lima.


“Aspiro a mantenerme en el top, a ser campeona mundial y olímpica”, nos dijo Nathalee Aranda en febrero de 2020, mientras se afanaba en buscar un cupo para los juegos de Tokio que, un mes después, serían pospuestos por la pandemia. 

Hoy, cuando se conoce de su clasificación por ranking para estar en la próxima cita olímpica, destacamos el trabajo, esfuerzo y coraje que ha significado ese camino recorrido para la atleta colonense. 

Tokio 2020-21 se desarrollará en la capital japonesa, entre el 23 de julio y 8 de agosto próximo, y la saltadora de longitud colonense estará allí. 

“Casi nos dejan fuera. En la clasificación aparece en el número 32, pero al lado ubican entre paréntesis el 26, que es la clasificación de la IAAF”, señaló su entrenador de siempre, Florencio Aguilar. 

Aguilar explicó que el Comité Olímpico incluyó varias atletas por el principio de universalidad y, al hacerlo, fue moviendo de casilla a Nathalee, hasta ubicarla en el último cupo disponible. 

“Ha sido muy marcada la diferencia en los puntajes en las competencias de nuestra área con la de Europa, pero gracias a Dios lo hemos logrado”, añadió. 


Nathalee durante su participación en los Panamericanos de Lima 2019.

Lo cierto es que al cumplir su sueño de estar en Tokio, la atleta se convierte en la primera fémina colonense en estar en unos Juegos Olímpicos. 

Así es, desde que en 1960 la velocista capitalina Carlota Gooden se convirtió en la primera mujer istmeña en unas Olimpiadas, varias deportistas colonenses buscaron imitarla, pero no lo lograron hasta ahora. 

Una merecida clasificación

La idea de estar en los Juegos Olímpicos de Tokio se cruzó por la mente de Nathalee hace unos cuatro años, cuando se obtuvo el primer lugar en los Bolivarianos de Santa Marta (Colombia), con un salto de 6,46 metros. 

No obstante, ese pensamiento se reforzó aún más al año siguiente, cuando se logró la presea de bronce de los Juegos Sudamericanos de Cochabamba, con un esfuerzo de 6,60 metros. 

En ese momento se estaba trabajando de la mano con el Instituto Panameño de Deportes (Pandeportes), que financiaba un programa de entrenamiento en el Reino Unido con el entrenador británico Edward King. 

Juntos lograron la clasificación a los Juegos de Tokio.

En esa oportunidad no solo se contaba con la ayuda técnica de King sino de todo un equipo multidisciplinario, encargado de su alimentación, de su salud física y mental, y de los implementos requeridos para la especialidad. 

Pero, el escándalo que se registró en Pandeportes por el manejo irregular de fondos y que aún hoy no se resuelve, interrumpió abruptamente el proyecto y Nathalee tuvo que volver a la realidad que vive el atleta istmeño. 

Aranda tuvo que volver a una fosa maltrecha en el estadio infantil de fútbol Armando Dely en su natal Colón, y a unos rústicos equipos que tiene Aguilar en su inventario. 

Ahora, no todo fue malo, ya que Aguilar siguió trabajando con ella en algunos aspectos, reforzando su técnica de salto y de caída, y a pesar de todo, incluyendo la pandemia, la mantuvo en el ranking mundial.   

Trabajo silencioso

Si bien hay que darle mucho crédito al esforzado trabajo de Nathalee, la pieza fundamental en toda la trama, también hay que hacerlo al silencioso esfuerzo de su técnico. 

¿Los implementos que utilizas son modernos?, le pregunté un día a Florencio, en una de esas conversaciones que a veces tenemos por el chat. 

“Los pocos que tengo sí, pero para el trabajo de fuerza no cuento con equipo de atletismo. Hay unas cositas de años luz que pertenecen al boxeo y solo están aquí hasta que terminen de reparar el gimnasio (Academia Ismael Laguna)”, me contestó. 

“Son pequeñeces en sí con los que cuento. Un par de trineos, un paracaídas, tres partidores y las vallas. Otras cositas que mandé a comprar a Estados Unidos con dinero personal, que tenía destinado para mejoras en mi hogar, pero no podía seguir trabajando así”, añadió. 

“La verdad es que cuento con equipos reliquias, es mi realidad, pero sigo adelante”. 

Aguilar está consciente que Aranda debe mejorar sus saltos, porque si bien ha logrado los primeros lugares en algunas competiciones, han sido con esfuerzos muy modestos. 

Los mejores saltos después de registrar 6,60 metros en los Sudamericanos de Cochabamba (2018), son los 6,55 de los Panamericanos de Lima (2019) y los 6,58 en el Sudamericano bajo de techo de Cochabamba (2020). 

Queda muy poco tiempo para los juegos, quizás solo el necesario para mantener las condiciones físicas, para estar saludables frente al bicho invasor y planificar alguna estrategia para afrontar el gran compromiso. 

Nathalee estará en sus primeros juegos olímpicos y hará el mejor de sus esfuerzos, quizás lo más importante sea que pueda divertirse, mientras vive esa gran experiencia.

 

Comentarios

  1. Felicitaciones, Panamá con 4 de atletismo en la olimpiada

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  2. Es evidente el esfuerzo de la atleta pero mas resalta la confianza de su entrenador en la misma , ese trabajo se ve reflejado en el resultado pero ya es tiempo que se le de las herramientas adecuadas al atletismo colonense.

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